La alimentación no sólo influye en el interior sino
que también la piel y el cabello se benefician de una buena nutrición, por lo
que comer zanahoria, cebolla, ajo
y fruta beneficiarán el aspecto externo.
"Sin alimentación no hay
vida y sin una buena nutrición, no
hay salud". Con este lema, la dietista Maria Josep Roselló da las
claves para una buena alimentación con la sugerencia de que "una buena
dieta puede hacernos disfrutar de la comida y, a la vez, cuidar nuestro cuerpo
si sabemos combinar bien los nutrientes".
Para evitar los dolores
menstruales, esta dietista aconseja eliminar las grasas de los menús
diarios y para controlar y combatir el insomnio, mantener una dieta libre de
cafeína y con proteínas.
Improvisar el menú diario se está convirtiendo en costumbre en una
sociedad cada vez más acelerada.
Comer es una necesidad vital y, por ello, no podés dejar de alimentarte o
hacerlo de cualquier manera "del mismo modo que dedicamos media hora de
nuestro tiempo a ponernos lindos, también es saludable establecer nuestro momento
de relax para cuidar nuestra alimentación".
El hambre aparece cuando uno
no lo espera y una tableta de chocolate, un poco de miel o unas pastillas se
perfilan como los alimentos más cómodos entre horas. Algo rápido, rico y que te
saque del apuro.
Ingerir alimentos dulces con moderación supone dotar de energía y minerales la
dieta. Sin embargo, una ingesta con exceso de azúcar y grasas fomenta tan sólo la obesidad.
El azúcar siempre se consideró un alimento que se debe evitar en todas las
dietas, pero no todo sobre el
azúcar es malo. A su favor, podemos decir que hace más agradables
algunos alimentos, además de aumentar el contenido calórico de la dieta de
personas inapetentes. Para los niños es incluso el alimento perfecto para
solucionar las crisis de cetona.
Comer entre horas es la causa de muchos de los desequilibrios en las dietas.
Por ello, antes de dedicarse a comer caramelos, mejor decantarse por los frutos secos.
Almendras, avellanas, nueces...son
alimentos muy saludables que cumplen la misma función que los dulces, pero de
forma menos perjudicial para la salud. Múltiples estudios demostraron que las
grasas de los frutos secos son cardiosaludables y por ello se recomiendan para
reducir el colesterol.
Si el antojo es de dulce, la
alternativa a la pastelería continúan siendo los frutos secosdulces. Los
dátiles, las pasas o los higos son golosinas naturales libres de colorantes y
aditivos y muy ricas en minerales y fibra. Sustituir las tradicionales por
golosinas naturales sacia el apetito y cuida nuestra salud.
El pescado, la levadura de cerveza, la cebolla, la zanahoria, el ajo y la
fruta son algunos de los alimentos necesarios para la nutrición de la
piel.
Improvisar el menú diario se está convirtiendo en costumbre en una sociedad
cada vez más acelerada. Aunque se improvise por falta de tiempo, tanto las
comidas como las cenas deben incluir una gran variedad de alimentos y en la
cantidad necesaria para que la dieta nos aporte los nutrientes necesarios.
La dietista Maria Josep Rosselló propone cinco normas básicas para un menú
semanal. En primer lugar, se debe organizar un menú que contenga la dosis justa
de proteínas. En segundo, se deben incluir siempre verduras y hortalizas ya que
son bajas en calorías y ricas en fibra.
En tercer lugar, es necesario
que el calcio esté presente en nuestra dieta. En cuarto, hay que pensar un menú
con una buena cantidad de fibra dietética. Y, por último, los alimentos crudos
se deben incluir si observamos que el nivel vitamínico de nuestras comidas es
bajo.
"El pescado no me gusta" o "no quiero verdura" son las
frases más escuchadas entre los niños y los jóvenes. Este tópico o tendencia se
debe corregir si se quiere mantener una dieta equilibrada. A pesar de las reticencias
de los más pequeños, debemos comer verduras
como plato principal al menos dos veces por semana. Además, es
recomendable comer pescado tres
veces a la semana y evitar el exceso de colesterol moderando el
consumo de embutidos.
La celulitis no es tan sólo un
problema estético, sino también de alimentación; la mejor manera de combatirla
es seguir una dieta que evite su aparición. Las claves contra la celulitis son
dos: controlar los hidratos de carbono e incluir en el menú alimentos ricos en
hierro como el arroz blanco, el maíz, la cebada, las judías y las lentejas.
Los hidratos de carbono son
de dos tipos, de absorción rápida (fruta, miel, leche y azúcar) y de absorción
lenta (cereales y derivados, legumbres y frutos secos). Lo más recomendable, por
lo tanto, es seguir una dieta que contenga alimentos con hidratos de carbono de
absorción lenta para que no se acumulen las grasas en el organismo.
Si se decide seguir una dieta con hidratos de carbono de absorción rápida es
recomendable incluir fibra en el menú que reduzca el ritmo de absorción de los
azúcares.
Para tener una piel fina y tersa y un
cabello brillante no basta con una buena crema y un buen champú,
sino en mantener una alimentación correcta. El pescado, la levadura de cerveza,
la cebolla, la zanahoria, el ajo y la fruta son algunos de los alimentos
necesarios para la nutrición de la piel. Para el cabello lo más recomendable es
una dieta a partir de huevos, bebidas de soja, productos lácteos,
Algunos casos de hipertensión, celulitis o migrañas pueden ser
solucionados sólo con una buena alimentación.
Son muchos los factores desencadenantes de la hipertensión. Si podemos evitar que la alimentación sea uno de
ellos, mucho mejor. Para ello, no se debe tomar alcohol de forma abusiva, ya
que los bebedores presentan niveles más altos de hipertensión. Además, debemos
seguir una dieta rica en calcio y magnesio, y no consumir en exceso grasas
saturadas ni cafeína.
El dolor de cabeza o migrañas es
uno de los males más extendidos entre la sociedad y no distingue edades. Muchas
de las migrañas se pueden relacionar con hábitos alimenticios y por ello las
personas que las sufren deben controlar algunos aspectos de su dieta. Comer
tres veces al día es la primera pauta a seguir para controlar los dolores de
cabeza, ya que se evitan las bajas de glucosa reduciendo las horas de ayuno.
Disminuir el consumo de cafeína, la ingesta de alcohol y los alimentos con
aditivos alimentarios como las sopas, salsas o platos precocinados son otras de
las sugerencias para evitar las migrañas o reducir su aparición.
En casos específicos, la migraña se puede deber a la intolerancia a algún alimento
determinado y entonces lo único que se debe hacer es descubrir qué alimento la
desencadena y eliminarlo de la dieta.